Definitivamente el que persevera alcanza. A proposito del triunfo de Federer.

Quiero aprovechar la oportunidad que me da la vida, para expresarles que definitivamente el que persevera alcanza lo que desea. Para hablar de la Perseverancia quiero traer al tapete un tema fresco y reciente. Quiero hablarles de uno -si es que no es el mejor- de los deportistas mas laureados en deporte alguno, es un hombre que sin duda, se convirtió en una leyenda del tenis y del deporte. Pero no pretendo decirles los récords ni las marcas del tenista en cuestión, para eso ya hay paginas especializadas. El tema que pretendo afrontar es el de la perseverancia y me parece que el mejor ejemplo para definir esta maravillosa palabra, es precisamente este personaje. La Perseverancia es la fibra que nos mueve, es la que determina en gran medida el éxito que deseamos alcanzar.

Luego de 5 años de sequía de títulos en los Grand Slam (máximo torneo del tenis) y un año 2016 donde se lesionó a mediados de año, se vio forzado a ausentarse casi 6 meses de las canchas de tenis para reinventarse, tratar de trabajar la parte física y psicológica para evitar caer en la frustración. Son pocos los que creían que Federer podía ganar otro gran torneo, me incluyo en ese grupo, pero al parecer el si creía en que podría lograrlo, trabajo para ello y lo logró. Les confieso que ver a una leyenda consagrada como él, llorar de la manera como lo hizo luego de ganar la final este domingo , me lleno de satisfacción y me dio el impulso para escribir estas cortas pero precisas lineas. Es digno de admirar lo que este humano de 35 años ha logrado. 

También considero que su rival Rafael Nadal merece mención especial a la perseverancia, ya que también viene de una serie de lesiones y esta trabajando para volver a ganar un torneo grande y estoy 100 % seguro que lo logrará debido a su trabajo y entrega en la cancha. Roger Federer se merecía un título grande más. Ha sabido sufrir, frustrarse, celebrar, llorar, ha desarrollado todo tipo de situaciones sobre un campo de tenis. Clase intacta, un revés inigualable, una nueva posición en el centro de la cancha desde donde ataca y defiende como pocos. Aprendamos de este ejemplo. Hagamos su éxito, nuestro éxito. 

Nos leemos en las próximas lineas.

Honor a quien Honor merece!

Quiero culminar diciéndoles "Inténtenlo y si fracasa reinvéntese hasta lograrlo. Animo!"